San Francisco, en pocas palabras

San Francisco. Una ciudad que se desborda sobre el pacífico desparramándose por  varias colinas, llenas de colores, olores y sabores. Una ciudad del mundo. Liberal y libertina. Abierta a las ideas de todos, pero muy arraigada a sus ideales.
Una ciudad con poco tiempo de existencia, pero con una historia tan intensa que pareciera más antigua de lo que es. Vital y revitalizante. Bohemia y progresiva.

San Francisco es definitivamente un crisol donde distintos elementos se mezclan para formar uno de los sitios más alucinantes de los Estados Unidos. Cualquier idea que de la ciudad tenga quien llega por primera vez es poca cosa comparada al encanto particular y a la magia que descubrirá en esta ciudad, joya del pacífico.

Famosa por el puente Golden Gate y sus casas victorianas pintadas de alegres colores la ciudad ofrece una diversidad increíble donde cada barrio es diferente. En cada sector de la ciudad hay edificios, monumentos o cosas particulares que valen la pena ser conocidas.
San Francisco una ciudad que vive apasionada su amor al mar, a su bahía, a sus colinas. Una ciudad apasionada por la comida, por los vinos de sus viñedos cercanos. Apasionada por las culturas diferentes que la habitan, por la libertad y derechos de las personas, apasionada por la vida.

La pasión por la vida, por el saber vivir se puede sentir en cada esquina de esta vibrante urbe que día a día nace al mundo para demostrar que la convivencia entre pueblos es posible.
Aunque de clima templado y siempre acariciada por los vientos del océano, sus casitas  victorianas de madera y  muchos detalles antiguos aun visibles en la ciudad ofrecen una bienvenida cálida.
El Barrio Chino, los muelles, la zona de Twin Peaks, el parque estatal, el viejo faro son tan solo algunos de los sitios que son una obligación en un viaje a San Francisco. Así mismo el  barrio Italiano o “Little Italy” y la plaza Jackson Square.

San Francisco en pocas palabras: pasión, libertad, belleza, color, sabor, vida...