Extrañaba el
aire fresco, el susurrar de las ramas de los arboles, el cántico de las aves y
el amistoso saludo de aquel desconocido. Panamá es una metrópoli reconocida por
su modernismo e impresionante “skyline”, pero cuando es posible y por trabajo,
me doy una escapada a uno de mis lugares preferidos, un lugar en donde se
respira paz y tranquilidad, la naturaleza es imponente y en donde el elemento más
simple es fuente de inspiración.
He arribado, me encuentro en Boquete, uno de los distritos más populares de la provincia de Chiriquí, provincia reconocida por ser una de las zonas agrícolas más importantes de la República de Panamá y ubicada al norte del país.
He arribado, me encuentro en Boquete, uno de los distritos más populares de la provincia de Chiriquí, provincia reconocida por ser una de las zonas agrícolas más importantes de la República de Panamá y ubicada al norte del país.
Mi destino, Casa Los Naranjos, un acogedor Bed & Breakfast en donde nuestros amigos nos darán posada durante los próximos dos días. Me espera un itinerario lleno de impresionantes escenarios naturales, historias de café y conversaciones con buenos amigos. El distrito de Boquete se caracteriza por recibir a locales y extranjeros durante el mes de enero en su reconocida Feria de las Flores y del Café. Arribando un par de días después, todavía logro ver, a un costado del Parque Domingo Médica, apenas pasando el puente sobre el Rio Caldera, los terrenos de la recién celebrada feria. Cientos de visitantes disfrutan anualmente de la “Eterna Primavera” en los majestuosos jardines de la feria llenos de gardenias, orquídeas, veraneras, lirios y hortensias entre otras. |
Llegó la hora de almorzar y procurando algo de ejercicio luego de manejar unas 7 horas desde la ciudad, deleito mi paladar con algo de la cocina local, no es costumbre a esta hora, pero ya que estoy en el interior de la república busco las frituras características de la región - torrejitas de maíz y el almojábano, no puede faltar el queso blanco, una delicia por sí solo. Luego busco descansar pues mi agenda es apretada. Este viaje es prueba viva de que en poco tiempo se puede mezclar trabajo y placer. Despierto temprano al día siguiente y me deleito con el mejor café de Panamá, café de fincas de familias que por muchos años y varias generaciones, se han dedicado a sembrar y procesar de manera especial una gran variedad de granos con mucha dedicación. Las frutas, algunas de ellas recogidas en el jardín de mis anfitriones, todas dulces al paladar. Esparzo las jaleas hechas en casa en mi pan artesanal mientras converso con amigos. |
Salgo a recorrer fincas de café para conocer el proceso de producción, cosecha y distribución, converso con jefes de familias, gente que lleva el café en el corazón. Su dedicación y amor por el grano trasciende lo comercial, es algo que cultivaron desde pequeños y que en algunos casos ha trascendido hasta tres generaciones.
Luego de un descanso decido dar una caminata por el pueblo. En Boquete es interesante ver la mezcla armoniosa de culturas. Reconocido por varias revistas a nivel internacional como uno de los mejores lugares en el mundo para retirarse, Boquete es hoy hogar de muchos extranjeros quienes se han establecido permanentemente. Algunos de ellos buscan continuar trabajando y han abierto negocios locales en donde preparan productos artesanales de sus ciudades de origen. Otros más jóvenes atraídos por el ambiente relajado, se han establecido de igual manera y ofrecen servicios de actividades extremas tales como el canopy y el “river rafting”. Para los aventureros y amantes de la adrenalina, Boquete es el escenario perfecto. |
Amanece y me doy mi acostumbrada caminata por el jardín, los alrededores son preciosos, transmiten paz y traen consigo momentos de inspiración. El amanecer es perfecto. La luz del sol se refleja sobre el rocío o “bajareque” dejando entrever un muy característico arco iris. Preparo todo para mi regreso, pero antes debo hacer una última parada. A una hora aproximadamente, llego hasta Cerro Punta, zona agrícola productora de la gran mayoría de las legumbres y vegetales consumidos a nivel nacional. Todo recorrido a Chiriquí debe incluir la acostumbrada visita a la Casa de la Fresa en donde es obligatorio degustar de la fresa en toda sus variaciones, especialmente las fresas con crema. Pruebo un poco de todo, fresas con chocolate, batido de fresa, jalea de fresa y mucho más! |
Me falta comprar algunos regalitos para mis seres queridos quienes añoran los reconocidos dulces artesanales de la región: manjar blanco, huevitos de leche, cocadas, jaleas de guayaba y demás. Ahora sí, regreso a casa llena de ideas, renovada, fresca e inspirada. Una vuelta por un lugar especial para aclarar los sentidos y refrescar el enfoque siempre es necesario. |